D.J. Boorstin ya lo dijo hace tiempo, ‘la tecnología es muy divertida, pero también podemos ahogarnos en ella. La neblina de la información puede debilitar el conocimiento’.
He participado proyectos que pretenden dar solución a ‘problemas’ con ‘soluciones’ de otros proyectos similares que han tenido éxito siguiendo ciertos pasos. Nadie se pregunta nada, todos saben que una campaña en Facebook o un viral es el camino al éxito del proyecto, todos asienten silenciosamente y esperan urgentemente salir de la oficina para vivir su vida ‘real’ y olvidarse de su horrible trabajo.
Uno de tantos problemas de estar rodeados por grandes cantidades de información es que constantemente nos ofrecen respuestas a preguntas que nunca nos hicimos o que se nos olvidaron en el camino. La desinformación toma cartas en el asunto y nos da respuestas erróneas o información ‘pertinente’ que en realidad poco afecta nuestra vida diaria. La falta de criterio también afecta, pero algo más grave aún es la incapacidad de decir ‘no sé’ y aceptar que en medio de tanta locura es imposible saberlo todo. Siempre que alguien nos habla de una banda ‘buenísima’ nosotros asentimos con la cabeza y decimos que la conocemos. Sabemos todo sobre las series populares y aceptamos el deber de tener un criterio (preparado o no) sobre las noticias que están en boca de ‘todos’.
Yo creo firmemente que es mejor aceptar no saber que inventar cosas en el camino. El no saber siempre lleva a conversaciones, a discusiones, a conocer buenas historias. Decir ‘no sé’ es el primer paso para aprender algo nuevo y no ser causa de malentendidos. Si bien la mentira también es parte de nuestra narrativa cuando leemos, vamos al cine o vemos otro episodio de Mad Men, de igual manera define cómo interpretamos nuestra realidad. Habrá que cuidar cómo la realidad y la fantasía se definen en nosotros ya que forman parte de nuestras decisiones y finalmente, de nuestro destino.
Si escuchas algo nuevo, no asientas con la cabeza, pregunta, acepta ser ignorante. Doy mi palabra que te llevará a aprender muchas cosas.