Habrá que pensar en el futuro como algo bastante actual. ¿Acaso no es bastante futurista visitar cualquier calle desde nuestro teléfono, o descargarse e imprimirse un cenicero desde el internet?
Hace apenas un año, el escritor y nerd veterano James Bridle, publicó en internet una colección de fotografías de lo que para él podría ser la aproximación a una nueva estética, la cual nació silenciosamente con la inserción de dispositivos electrónicos en nuestra realidad ‘análoga’. Esta visión es sin duda una de esperanza y empatía: cubre todo lo real de algo digital, intenta entender la información percibida por un dispositivo ‘inteligente’, arrebatándola de perspectiva, crítica, opinión, sentimientos, etc. y quizá, de esta manera se acerca cada vez más a una realidad que no nos es accesible por medio de los sentidos.
La aportación de James Bridle al internet no quedó ahí, ya que como toda cultura colaborativa, llegó un punto en el que se le escapó de las manos y creció exponencialmente. Durante el festival SXSW del mismo año, creó un foro de discusión, en el cual participaron y debatieron diversas personalidades el tema; aunque quizás más importante, fue la presencia de Bruce Sterling como espectador, ya que esto dio inicio a la discusión por medio de su ensayo titulado ‘An Essay on the New Aesthetic’ publicado en la revista Wired a mediados de este año.
Renders a medias, imágenes satelitales, errores en Google Maps. Sin lugar a duda nos estamos acercando a una nueva interpretación de la realidad que a pesar de la carencia de objeto o fundamento, es entendible y lógica para cualquier persona que se ubique en nuestra temporalidad. Habrá que observar y entender al mundo con otros ojos para acercarse a esta nueva perspectiva, pero además, vigilar su desarrollo, ya que en gran medida definirá la manera en que entenderemos nuestro futuro.